Tras la Jornada Virtual de la Familia Madre Cándida tuvimos la oportunidad de preguntar a los participantes por su experiencia. Elvenia Escultor FI, Superiora de Tailandia, aseguró haber sentido orgullo por formar parte de la Familia Madre Cándida y gratitud por la oportunidad brindada de compartir el carisma y el camino. Pero, ¿cómo lo vivieron otras hermanas en Tailandia?
Evelyn de Alba FI
Lo que más me conmovió en el Encuentro fue la alegría que vi y sentí en los rostros y en los saludos, tanto de las Hermanas como de los Laicos. Además, la posibilidad de unirnos, como Familia Madre Cándida, y escuchar el mensaje de la M. General.
Mi propuesta a la petición de Graciela es: continuar brindando la oportunidad de reunirnos para aprender, reflexionar, compartir, enriquecernos, orar, discernir y celebrar como Familia de la Madre Cándida.
Pilar Brufal FI
¿Qué es lo que más me ha tocado el corazón en este encuentro?
- Las palabras de Graciela y el animarnos a hacer propuestas.
- El grupo pequeño, ya que me reuní usando la lengua inglesa con laicos e Hijas de Jesús que no conocía y fue para mi una experiencia fuerte de familia, de carisma universal.
¿Cuál es tu propuesta a la petición de Graciela para un paso concreto?
Un plan. Para 3-5 años. Una hoja de ruta que incluya laicos y FI a nivel mundial. Una red.
Impulsar las “llamadas de la Determinación”, encarnarlas, hacerlas opciones preferentes en la diversidad congregacional y como medio integrador entre laicos e Hijas de Jesús a través de ese plan-hoja de ruta.
La pandemia actual está cambiando muchas cosas. Aprovechémosla para trabajar y encontrarnos a través de espacios virtuales de discernimiento y apoyo entre laicos e Hijas de Jesús en el mundo. El escenario virtual es hoy un medio relevante para discernir el plan, dando una mayor participación, incluyendo la diversidad geográfica y la diversidad apostólica.
¿Qué compartir en ese espacio virtual?
Nuestra Espiritualidad Ignaciana y el carisma Madre Cándida, que van de la mano y es el don que laicos e Hijas de Jesús podemos compartir porque se nos ha regalado en la Iglesia a través de la vida de San Ignacio y de Santa Cándida. Esta es la forma en que deseamos crecer juntos como Familia Madre Cándida.
Promoviendo e integrando nuestra vocación laical e Hijas de Jesús y fortaleciendo juntos nuestra misión dando espacio a nuestra diversidad.
Caminar juntos, escucharnos unos a otros, orar y discernir juntos.
Crear juntos una hoja de ruta. Para esta hoja de ruta podemos pensar en qué personas tienen más conocimientos sobre las diferentes llamadas de la Determinación, por ejemplo, y habilidades de liderazgo para moderar y acompañar a los diferentes grupos de discernimiento, reflexión, oración, vivencias compartidas, búsquedas que nos ayuden a contextualizar las «Llamadas» según personas, tiempos y lugares…
Aprovechar nuestros 150 años para dar a luz un momento nuevo en nuestra historia congregacional. Ahora es también el momento del Espíritu Santo. Este 150 aniversario podría ser un momento transformador para nosotras, juntas, laicos e hijas de Jesús. No esperar a que pase la pandemia, sino navegar guiadas por el Espíritu con una hoja de ruta en medio de la pandemia.