En la propuesta de la celebración de este Año Jubilar está el deseo más hondo de que, como Familia Madre Cándida —Hijas de Jesús y laicos— podamos seguir profundizando en los aspectos de la vida de la M. Cándida y de nuestra identidad carismática, con una mirada contemplativa de gratitud y de esperanza para el futuro. Caminar y saborear la vida compartida; hacer memoria agradecida y seguir preguntando al Señor lo que Él desea para que logremos ofrecer al mundo un nuevo rostro de nuestro Carisma.
El día 2 de abril del año 2019 celebrábamos los 150 años de la inspiración recibida por Juana Josefa frente al altar del «Rosarillo», de fundar una Congregación con el nombre de Hijas de Jesús, dedicada a la educación cristiana de la niñez y juventud. Fiesta que celebramos como familia y que llamamos “Día del Rosarillo”. Aún tenemos en nuestras mentes y en el corazón el buen sabor de esta celebración y todo lo que recibimos como interpelación, inspiración y novedad de Dios para nuestras vidas en misión en el hoy de nuestra historia.
Estamos en este tiempo de gracia entre la celebración de los 150 años de la inspiración fundacional de “el Rosarillo” y los 150 años de la fundación de la Congregación de las Hijas de Jesús.
La Det. de la CGXVIII en su n. 1 nos ofrece este marco para que en su “lienzo interior” dibujemos, movidas por el Espíritu de Dios, el hoy de nuestra vida y nuestra historia que nos impulse al futuro que el Señor quiere:
“La inspiración que Juana Josefa tiene ante el altar de la Sagrada Familia se transforma en el pórtico de entrada que nos conduce al 150 aniversario de la fundación de la Congregación. Son años de fecundidad que nos invitan a profundizar en nuestra identidad, para vivir en medio del mundo como verdaderas Hijas de Jesús. Este aniversario nos llama a ofrecer un nuevo rostro del carisma.”
Así, este año de manera especial, queremos seguir haciendo memoria agradecida, esperanzada y comprometida desde las fuentes de la inspiración del nacimiento de la Congregación. Nos da alegría volver a ofrecer esta reflexión contemplativa y orante de nuestra hermana Beatriz Neff: “Una inspiración que sigue abriendo horizontes. 150 años después de la experiencia del Rosarillo”.
Nos hemos convertido en testigos de que el mundo ha dado la vuelta, la vida nos ha cambiado totalmente, sobre todo por esta situación de pandemia tan dura y que sigue tan activa y presente… Hay en nuestra historia más reciente acontecimientos y situaciones diversas, unas nos llenan de incertidumbre y otras nos están ayudando a crecer y nos abren a la esperanza.
Incorporado este marco y pisando la tierra de este momento actual, creemos que volver a esta reflexión para celebrar el ‘Día del Rosarillo’, en este contexto del 150 aniversario de la fundación, nos ayudará a seguir profundizando en la historia y en la propia vida, con novedad, gratitud, consolación, compromiso y esperanza. Hagamos la lectura con fe, en clave de “ejercicio espiritual”. Que nuestra escucha sea al Espíritu en esas palabras dentro de nosotros, que nos hagamos con verdad las preguntas que se nos ofrecen, dedicando espacio interior, dejando que sea Dios quien nos hable al corazón…
Que el Espíritu nos siga conduciendo, como lo hizo con la Madre Cándida, en este camino compartido de escucha y apertura y nos anime a vivir nuestra vocación como ‘inspiración’ del querer de Dios hoy.
Comisión de los 150 años
Descárgate aquí el material para prepararnos al 2 de abril