Por Consolación De Mattos FI, superiora de la comunidad de Montevideo (Uruguay); miembro del equipo de Pastoral Juvenil y Vocacional de la Región; colabora en el SJM de la parroquia San Ignacio
Mirando el logo con su lema me evoca dos reflexiones:
– Una antena parabólica que puede ser transmisora y receptora, con una frecuencia alta, ganancia elevada, llamada a transmitir y recibir simultáneamente. Ahí están reflejadas las ondas sonoras esparciéndose en el espacio emitiendo un mensaje que no se puede dejar guardado. Somos una familia depositaria y portadora del Carisma, esa energía cósmica vitalizante, que recibimos y a la vez somos una familia transmisora de ese carisma que es una parábola de reino en la tierra. Teniendo como mensaje central Jesús, nuestro Ser mismo debe ser anuncio de este mensaje. Cuando sabemos abrirnos al dinamismo de lo imaginario y a las oportunidades escondidas en lo cotidiano, vivificándolo con un toque creativo del espíritu, su vida se hace una construcción continua. El efecto pronto se hace notar: empieza sin darse cuenta a irradiar una energía interior de Fraternidad y Filiación. De él sale una fuerza misteriosa que se comunica a los otros.
– CARISMA VIVO y CAMINO COMPARTIDO. Eso viene empapado de Pasión y Esperanza, reflejadas en sus colores morado y verde.
Otra cosa que ese logo me evoca: una Hostia -Cuerpo del Señor, que se reparte. Ser Hijas de Jesús, es no huir de la misma vida y destino de Jesús; un camino se comparte si el Cuerpo se parte y reparte para dar vida en el caminar de peregrinas de todos los tiempos y lugares. En cada trocito de pan Él está todo y entero – CARISMA VIVO. Si el Camino es compartido hay comunicación y comunión. Camino ese cargado de sacramentos inmerso en la debilidad y confianza del “sola nada, pero con Dios todo” agregando, al Solas nada, pero compartiendo y colaborando con otros, todo – CAMINO COMPARTIDO!
Caminos que se entrecruzan no por casualidad sino por una causa llena de Pasión y Esperanza.
Cuantos Cuerpos se entregaron a lo largo de estos 150 años!
Cuanto sudor y sangre derramada en los continentes donde hemos llegado!
Ser Familia FI es ser alimento que nutre y da fuerza;
que despierta y apunta horizonte;
que cura y levanta;
Seamos Hostias vivas en ese camino compartido, llevando el Carisma todo y entero,
sea cual sea la función que tengamos!