4. ANTONIA SOTELO NINA – Argentina (La Plata)
¿Qué mensaje me deja el Año Jubilar?
La celebración del año jubilar fue un tiempo de toma de conciencia de que el carisma de Madre Cándida es una herencia recibida que hay que cuidar como un tesoro y comunicar para que siga dando frutos como lo está haciendo ahora en tan diversos lugares, personas y culturas.
Me deja un mensaje de memoria agradecida que consuela y confirma en el seguimiento de Jesús pobre y humilde. Una experiencia de comunión en la diversidad, de alegría y gratitud por tanto bien recibió. Me invita a seguir siendo fiel a las llamadas que Dios nos hace hoy en la realidad. Siento que Dios sigue mirando y llamando a la Congregación con amor y esperanza como miró y llamó a Madre Cándida y aquellas cinco primeras mujeres que dieron respuesta a Dios en bien de la humanidad de aquella época.
Dios trabajó en la Madre Cándida y a través de ella en la realidad concreta de España y a lo largo de la historia a través de todas las Hijas de Jesús y laicos que fuimos acogiendo y haciendo vida este carisma.
Quiero decir sí al Plan de Dios como lo dio María al responder al Ángel Gabriel, decir sí como lo dio Jesús en la encarnación, sí como lo dio Santa Cándida María de Jesús, al fundar nuestra Congregación de las Hijas de Jesús.
¡Gracias Señor por tanta vida compartida! Gracias a todos los que hicieron posible que vivamos el año jubilar despiertos y atentos a la voz de Dios. ¡Gracias!
5. MARIA ÁNGELES SEBASTIÁN – Brasil (Belo Horizonte)
Para mí, la celebración de este Jubileo significó:
– Sabor de carisma en cada texto mensual, recibido dentro del proyecto “12 meses, 12 experiencias de la Madre Cándida”, que he ido meditando, confrontándolo con mi vida actual;
– Experiencia renovada de sentirme Cuerpo congregacional, a través de los recursos ofrecidos por las nuevas tecnologías, muy particularmente la Jornada Virtual de la Familia Madre Cándida el día 8 de mayo.
¡Bendito sea Dios que tanto nos ama!
6. PILAR DE LA PUERTA – Mozambique (Maputo)
Al final de este año Jubilar me queda el sabor de una familia que ha hecho un grande esfuerzo creativamente para crecer como familia y suscitar deseos de agradecer, compartir e irradiar el carisma.
He podido experimentar el contenido del lema: “un carisma vivo, un camino compartido”.
7. LEE UERA – Filipinas (Parañaque City)
Celebrar el 150 aniversario de la fundación de la Congregación de las Hijas de Jesús ha sido para mí una gran gracia… un evento único en la vida, así pude experimentarlo.
Fue un torbellino de eventos que conmemoraban la vida de la Madre Cándida, así como la vida de la congregación en diferentes modos y experiencias. Recordar los inicios de la congregación me trajo algunos momentos nostálgicos, reviviendo la vida de madre Cándida, llena de confianza y esperanza en un Padre que la llamó a ser fundadora… las dificultades y sufrimientos que voluntariamente soportó por el amor de este Padre que la amó plenamente.
Las reflexiones mensuales (12 meses-12 Experiencias) de los rasgos de la Madre Cándida por Hijas de Jesús desde diferentes lugares y por lo tanto desde diferentes situaciones y perspectivas, me han dado mucha iluminación y desafíos sobre cómo vivirlos especialmente en este tiempo.
Lo más fuertemente vivido por mí, fueron esos momentos de encuentros en línea donde conocí a las Hijas de Jesús de todo el mundo, me hicieron tocar con fuerza nuestro universalismo, el deseo de la Madre Cándida «de ir en cualquier parte del mundo”… cumpliéndose en el aquí y ahora… un desafío para ir todavía a muchos lugares donde podríamos servir a nuestros hermanos y hermanas necesitados… tantos más lugares y personas necesitadas…
Finalmente, estos recuerdos trajeron el deseo de vivir cada vez más auténticamente mi vocación como Hija de Jesús, de ser fiel y siempre esperanzada de que el Padre que amó a la Madre Cándida, es el mismo Padre que me ama y que me está llamando a vivir una vida santa… al igual que la Madre Cándida. ¡Que así sea!
Celebrating the 150th anniversary of the founding of the Congregation of the Daughters of Jesus has been a great grace for me… a once-in-a-lifetime event that I was able to experience.
It was a whirlwind of events commemorating the life of Mother Candida, as well as the life of the congregation in different ways and experiences. Remembering the beginnings of the congregation brought me some nostalgic moments, reliving the life of Mother Candida, full of trust and hope in a Father who called her to be a foundress… the difficulties and sufferings she willingly endured for the love of this Father who loved her fully.
The monthly sharings (12 months-12 Experiences) of mother Candida’s character traits by Daughters of Jesus from different places and therefore from different situations and perspectives have given a lot of enlightenment and challenges on how to live them especially in this time.
The most vivid thing for me were those moments of online meetings where I met the Daughters of Jesus all over the world that made me fill with strength our universalism, the desire of Mother Candida» to go anywhere in the world… fulfilling it in the here and now… a challenge to keep going to many places where we could serve our brothers and sisters in need… so many more places and people in need…
Finally, these memories brought more and more the desire to live authentically my vocation as Daughter of Jesus, to be faithful and always hopeful that the Father who loved Mother Candida is the same Father who loves me and who is calling me to live a holy life… just like Mother Candida. So be it!
(Continuará)
Artículo elaborado por María Luisa Berzosa FI