En los «évènements» del 68, que dicen los franceses, gritaban los estudiantes en Paris: «¡La imaginación al poder!»
Santa Teresa decía que la imaginación es la loca de la casa; y puede escaparse… Y algo así ha debido ocurrir.
Pero, por otra parte, hay soporte racional para ver y tratar de adentrarnos en el logo de nuestros 150 años, Congregación de las Hijas de Jesús, de andadura en misión apostólica educacional. Aquel brotecillo de la calle de Gibraltar que pronto empezaba a retoñar en la calle de la Concordia, en Salamanca.
Logrado el logo: una redondez que me lleva a nuestro planeta azul.
Además como cinco medias lunas que me sugieren los cinco continentes.
Aunque para la M. Cándida «el mundo es pequeño para mis deseos»; estaba siempre en salida: «al fin del mundo iría yo en busca de almas…» Subyace el universalismo de nuestro carisma.
Las medias lunas parecen estar en cuarto creciente y en menguante.
Biológicamente nos identificamos con el ir declinando…
Pero, por otra parte, nos sentimos en creciente: «Un Carisma vivo, un Camino compartido».
Con tantos laicos, que beben en el mismo hontanar, familia de la M. Cándida, empeñados también en LA EDUCACIÓN CATÓLICA DE LOS PUEBLOS.
Crecemos, y no sabemos cómo.
La Congregación, extendida desde el Finisterre de la vieja Europa hasta Japón, permanece en Bangladesh, Myanmar, Tailandia, Vietnam, Filipinas y Taiwán… hasta llegar al sol naciente. Y esa presencia callada en China continente, cuna que fue de los primeros anhelos misioneros
Desde Mozambique hasta Italia.
Desde Ushuaia hasta el Caribe, flanqueada por los Andes. Y Brasil inmenso.
Y habíamos llegado a U.S.A.
Hijas de Jesús de toda raza lengua y nación.
Consuela y hace bien volver a mirar el catálogo gráfico congregacional, en riguroso orden alfabético, cómo entremezcla razas y naciones, jóvenes y veteranas, tareas diversas, unificadas en una única vocación-misión: “ser verdaderas Hijas de Jesús”.
HOY la Congregación es china y argentina y mozambiqueña y boliviana. Italiana y filipina y brasileña y vietnamita. Uruguaya y japonesa y dominicana, colombiana… Birmana, cubana y tailandesa y venezolana y dominicana… y de Bangladesh; aunque naciera en España
Con toda razón podemos pues, vibrar y cantar con Habacuc: «aunque la higuera no echa yemas y las viñas no tienen fruto… aunque el olivo olvida su aceituna y los campos no dan cosecha, aunque no quedan vacas en el establo, yo exultaré con el Señor, me gloriaré en Dios, mi Salvador. El Señor soberano es mi fuerza, él me da piernas de gacela y me hace caminar por las alturas… «
Como en los orígenes: recordamos aquellas palabras del P. Herranz: «Sois pocas en número y en calidad todavía menos según los juicios del mundo; no importa, la obra no es vuestra, es de Dios»
Seguimos con el logo.
Jesús en el centro original de la génesis de la Congregación, como una supernova que se expandiera en luz y calor en espiral de profundidad.
Jesús, Jeshoua «Dios salva» trasliteralizado en el hipocorístico griego: IHS.
Tengo que decir que me hubiera gustado más el que diseñó la M. Cándida.
El original de la Congregación, iconiza mejor el cántico de Filipenses, que rezuma misterio pascual: Jesús, muerto: clavos y cruz.
También resucitado: KYRIOS, rayos numinosos de glorificación y divinidad.
Y ése fue el IHS de la M. Cándida.
Aunque, a decir verdad, no está ausente el misterio pascual en nuestro logo actual. Esos colores morados me llevan a nuestras Semanas Santas, cofrades de Pasión, con túnicas y capirotes morados.
Pero el verde, presente también, evoca ya brotes primaverales de resurrección en el decurso de los años: “150 años educando a la entera persona, evangelizando, dando los Ejercicios Espirituales, acompañando a jóvenes, llevando alegría, estando cercanas con quienes más sufren, sirviendo a los pobres, creciendo y compartiendo carisma con muchos laicos, haciéndonos “familia” de la M. Cándida”. En duros y esforzados trabajos ocultos a veces.
Logrado logo.
Que no quede solo en un logo publicitario, mero spot.
Espiral de profundidad que nos impela a vivir nuestra filiación, que es fraternidad universal. En salida, en búsqueda, en testigos: JESÚS VIVE…
Y podemos rezar: PADRE NUESTRO… clamor de fraternidad también.
Pan NUESTRO, también; sin acaparamiento que lesionan a los hermanos más vulnerables.
¡AMÉN, HOSANNA, HALLELUJA!
Teresa Zugazabeitia F.I. 28 abril 2021.